viernes, 13 de marzo de 2015

el salto del Angel al gobierno de sí

h-a

el salto de Gabilondo

Es tal vez de sabios perder, perderse, entrar al bosque. Es cierto que Angel Gabilondo quizas sea alcalde de Madrid, o que quizás sea un profesor que quiso ser político. Dependerá de las elecciones y de sus resultados. Conviene no ignorar que Madrid tiene una tendencia a ser muy señorial y Gabilondo da la impresión de ser un aristocrático de la democracia, un Tory social, anarquista noble ,foucaultiano. Algo así como un Bentrand Russell,
no tan virtuoso filosóficamente, aunque un retórico de la altura de Cicerón. De esos que hacer obras con sus palabras.
Espero que sea alcalde de Madrid, que camine por Chueca con sus dotes de caballero, que este orgulloso hijo de carnicero y aspirante a jugador de fútbol, a eurodiputado, siga tan soñador como pocos.
Cómo puede ser un filósofo y ex Rector universitario candidato a presidente de la comunidad Madrid. Pues porque desea gobernarse a sí mismo. Y en las peores circunstancias deberá probar su desafío que diariamente nos decía que era la obligación de la filosofía, del filósofo, del ser humano.
Sostengo que Gabilondo no querrá y no podrá defraudar a sus alumnos. El habla de verdad en público, habla en público, habla de verdad.
No le ha ido políticamente bien en política, aunque es un extraordinario político universitario. Esperamos que gane para someterse a esas tentaciones que ponen en juego el gobierno de sí, como tecnología del yo madrileño. Un vasco catalán gobernando tierras de CR7, fanático forofo del Real Madrid, aunque admitió, muy a su pesar, frente a mí, que Santiago Bernabéu era amigo de Francisco Franco. Prefiere gobernar Madrid aunque algunas verdades salgan a luz sus aspiraciones a ser un gobernante pacífico, honesto. Ha dicho que por ahora Podemos, esa fuerza de jóvenes cansados de corrupción, parece ser un "veremos". Prefiere someterse a la voluntad democrática aunque sabe que podrá perder. La democracia está por encima de la filosofía según Richard Rorty, -sobre quien hice la tesis doctoral bajo su dirección- y según muchos otros cientistas. Por encima de Angel Gabilondo y de la filosofía que pregona, hay una filosofía pública del acuerdo fructífero por sobre la verdad científica, de la sabiduría sobre la ignorancia. Gabilondo tiene sabiduría y los que estudiamos filosofía amamos a los sabios como Mandela, como Luther King. Entiendo que Gabilondo lo es.






cuando nos referimos a la innovación o a la investigación no faltan quienes tienen una inexplicable tendencia a considerar que son lujos sobreañadidos en tiempos de crisis. Pero son decisivas para cualquier respuesta sensata. Podríamos pensar, sobre todo desde una política equivocada, que ahora es el momento de ocuparnos casi exclusivamente de los asuntos económicos y que ya vendrán posteriormente, si llega el caso, otras atenciones. Pero eso es ignorar lo que significa la economía del conocimiento, olvidar que estamos en la sociedad del conocimiento.
El conocimiento es el principal valor. En primer lugar, para el desarrollo y el crecimiento personales, pero sin duda es la fuente mayor de riqueza, en todos los sentidos. No podremos afrontar la complejidad de la situación actual obviando el conocimiento. Y con una concepción y perspectivas amplias, que incorpore en el corazón de la economía la educación, la formación y la ciencia.
Y, además, el conocimiento es clave para la empleabilidad. No hemos de olvidarlo ni siquiera en estos tiempos difíciles, difíciles incluso para quienes están bien formados. Temas decisivos como la sobrecualificación o la desvinculación de la formación con los requerimientos sociales no deben confundirnos. “A mayor formación, mayor empleabilidad”. No exactamente empleo, dado que ello obedece más a  la configuración del sistema productivo, que es necesario transformar, a las políticas públicas o a la potenciación del espíritu emprendedor. Pero en tal caso el conocimiento no deja de ser determinante. También para estructurar la sociedad moderna.
Suele citarse con frecuencia que Einstein afirmaba que “la ciencia es maravillosa si uno no tiene que ganarse la vida con ella.” Esta alusión relativa a las penurias que comporta la entrega es asimismo su reivindicación. Pero para nosotros es a su vez una llamada para que sea reconocida y valorada. Es decisivo impulsar su generación con dimensión social.
El desarrollo y el bienestar están profundamente vinculados a la innovación y a la investigación, a la formación y a la educación. Y aún más, la ciencia ha de ser considerada como una creación humana al servicio de la libertad, la justicia y la equidad. Ello nos llama a no olvidar que el saber es un bien común y que es imprescindible no mercantilizar el conocimiento. Su excelencia es siempre una necesidad y ha de ser considerada con una visión abierta y amplia. Las llamadas ciencias exactas, técnicas, sociales, humanas… son en definitiva posibilidades determinantes de vida. Así que perder o dilapidar conocimiento es ya la mayor expresión de crisis. No digamos, ignorarlo.

Angel Gabilondo
El País, el salto del Angel

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Ideas y pensamientos

  • aaah: que esto se convierta en red, sin propietarios. Por eso amigos de Google, MSN, Facebook, estamos a un paso del sueño de Marx. Solo falta que renuncien a la propiedad del aire.
  • ah la petulancia de Nietzsche, abusando de su enfermedad para ser inmune
  • AH. LA PETULANCIA DE SOCRATES CUANDO DIJO "SOLO SE QUE NO SE NADA".:LO CORRECTO ES EL ENUNCIADO "EL QUE NO SABE NO LO SABE". SOCRATES ANTICIPÓ A DESCARTES COMETIENDO EL MISMO ERROR, LA MISMA MODESTIA INTELECTUAL, QUE LUEGO DIJO "NO DUDO QUE DUDO". PUEDO DECIR "SOLO DIGO QUE NO HABLO". POR ESO ESTAS JUGADAS DEL LENGUAJE SON MUY LEJANAS Y CONFUNDEN. SOCRATES SABIA Y NO ERA UN SABIO. NO SE PUEDE ESTAR TAN SEGURO DE QUE NO SE SABE, DE QUE SE DUDA, DE QUE SE EMPLEA EL LENGUAJE.
  • basta de mirar las ilusiones
  • cuando mas se persigue algo mas se depende
  • LA TRAGEDIA INVOLUCRA AL AUTOR
  • LA VERDAD NO ES UNA PERO DEBE SER ALGO
  • solo se ama a los hijos como se debe amar a una mujer
  • un sueño suele costar la vida

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