jueves, 30 de junio de 2011

EL MERCADO DE DIOS

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Mariana Valdez-


El tema del ensayo se basara en reflexionar la afirmación: “el mercado como dios”, que surgió a raíz de pensar nuestra relación con el mercado, nuestro acercamiento con él a través de la cotidianidad, cómo nos invaden los mensajes publicitarios, con nuevas tecnologías, con bienes y servicios, que nos hacen creer que para pertenecer, debemos adquirirlos; situación propia del estadio en la sociedad posmoderna.
Al recorrer distintos blogs “me encontré” con uno en especial, que comenzaba proclamando el nacimiento de un nuevo “Dios”. Así, recordando las palabras enunciadas por Nietzsche: “Dios ha muerto”. Sin embargo, nos incita a no preocuparnos ya que inmediatamente aparece un sustituto externo para idolatrar: “El mercado”. ¡Ya tenemos dios externo que adorar!
Cumple con todos los requisitos. A saber: incognoscible, intocable, invisible, está en todas partes. Está por encima del hombre, de todos los seres animados y de la propia Tierra. Todo puede ser (y de hecho, lo está siendo) sacrificado en su nombre. Por lo tanto, todos debemos ser temerosos de él, de no desviarnos de sus mandatos. Tiene su forma de manifestarse en la Tierra: El dinero. Pero solo puede ser trasmitido por sus sacerdotes: Financieros y banqueros.
Quienes actualmente, son los que pueden canalizar “su poder”.
Tiene sus templos y catedrales: Bancos y Bolsas. Ahí podrá ser adorado en todo su esplendor. En sus templos, de rodillas y humillados, podremos solicitar “su manifestación” ante sus sacerdotes. Únicos mediadores entre él y nosotros. Ellos, sus sacerdotes, son quienes conocen que quiere “el mercado” y cómo complacerlo.
También tiene sus mandamientos resumidos en tres:
1º Creerás en “el mercado” tu dios sobre todas las cosas.
Seguirás su ley de “oferta” y “demanda”, sin preguntarte si están manipuladas.
Nada existe, ni puede existir fuera de él.
Esto me llevo a preguntarme: ¿El mercado es un nuevo dios? ¿Se puede escapar de dominio? ¿Qué promesas encubre? ¿Qué mandamiento exige?
Para cumplir con la tarea propuesta me parece interesante destacar que el tratamiento del ensayo estará centrado en desnudar el interior, el objetivo y lo que nos dejo el neoliberalismo (evangelio del mercado) en nuestro país, de su pretensión a partir de la economía de legitimar un sistema político.
En primer lugar elegí el tema, para reflexionar la influencia del modelo neoliberal en nuestro país durante la presidencia del Carlos Menem, como todos sabemos a priori marco un antes y un después en cuanto paradigma político económico y social, hablar de sus medidas que ocurrieron, sus influencias en la sociedad, lo que nos dejaron sus mandamiento y las consecuencias de su obediencia debida en nuestro país.
Mi análisis no escapara del ojo de la Ética, que es el estudio filosófico de la moral, como disciplina filosófica que se ocupa de la corrección e incorrección de nuestros actos (el bien y el mal) para que nos ayude a ver más allá de las conductas morales encubierta y nos brinde herramientas para nuevas alternativas de la misma. Es por ello que opte por reflexionar esta temática siguiendo los lineamientos de Charles Taylor, exponente de una perspectiva hermenéutica encaminado a la crítica social y cultural, en su teoría de la autenticidad indaga las formas del individualismo ético moderno frente al cual realiza un esfuerzo de recuperación de las fuentes sustantiva de valoración de determinadas tradiciones culturales. Asimismo nos incita a reivindicar el lugar de las comunidades en la constitución de la identidad personal y colectiva.
Me pareció propicio contar con el aporte de dos autores que nos hablan de la ética desde lugares diferentes uno de ellos es F Von Hayek, que nos habla de una nueva ética que es la del mercado, del mundo de los negocios y los contratos, la ética de la sociedad civil, que abandona la persecución de fines colectivos a favor de reglas abstractas, de aplicación general, que facilitan la obtención de fines individuales. En contrapartida tenemos a F.J Hinkelamment teólogo y economistas, famoso por su sagacidad y seriedad pondrá en evidencia el carácter ideológico y dominante del marco neoliberal, marcado por su antihumanismo de su ética depredadora que bajo su ropaje de cientificista tantos males a causado en nuestras sociedad latinoamericanas. Es probable que a lo largo del ensayo, elija de mediador para cuestiones estrictas a Baruch Spinoza quien fuera uno de los más grandes exponentes del racionalismo del siglo XVII, pocos filósofos fueron perseguidos en esa época como él, que sufrió toda clase de persecuciones por criticar a la religión oficial, fue el primero en realizar una crítica histórica de la Biblia, negando la posibilidad de que ésta fuera inspirada por Dios; considerando que

EL MERCADO DE DIOS

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Mariana Valdez-


El tema del ensayo se basara en reflexionar la afirmación: “el mercado como dios”, que surgió a raíz de pensar nuestra relación con el mercado, nuestro acercamiento con él a través de la cotidianidad, cómo nos invaden los mensajes publicitarios, con nuevas tecnologías, con bienes y servicios, que nos hacen creer que para pertenecer, debemos adquirirlos; situación propia del estadio en la sociedad posmoderna.
Al recorrer distintos blogs “me encontré” con uno en especial, que comenzaba proclamando el nacimiento de un nuevo “Dios”. Así, recordando las palabras enunciadas por Nietzsche: “Dios ha muerto”. Sin embargo, nos incita a no preocuparnos ya que inmediatamente aparece un sustituto externo para idolatrar: “El mercado”. ¡Ya tenemos dios externo que adorar!
Cumple con todos los requisitos. A saber: incognoscible, intocable, invisible, está en todas partes. Está por encima del hombre, de todos los seres animados y de la propia Tierra. Todo puede ser (y de hecho, lo está siendo) sacrificado en su nombre. Por lo tanto, todos debemos ser temerosos de él, de no desviarnos de sus mandatos. Tiene su forma de manifestarse en la Tierra: El dinero. Pero solo puede ser trasmitido por sus sacerdotes: Financieros y banqueros.
Quienes actualmente, son los que pueden canalizar “su poder”.
Tiene sus templos y catedrales: Bancos y Bolsas. Ahí podrá ser adorado en todo su esplendor. En sus templos, de rodillas y humillados, podremos solicitar “su manifestación” ante sus sacerdotes. Únicos mediadores entre él y nosotros. Ellos, sus sacerdotes, son quienes conocen que quiere “el mercado” y cómo complacerlo.
También tiene sus mandamientos resumidos en tres:
1º Creerás en “el mercado” tu dios sobre todas las cosas.
Seguirás su ley de “oferta” y “demanda”, sin preguntarte si están manipuladas.
Nada existe, ni puede existir fuera de él.
Esto me llevo a preguntarme: ¿El mercado es un nuevo dios? ¿Se puede escapar de dominio? ¿Qué promesas encubre? ¿Qué mandamiento exige?
Para cumplir con la tarea propuesta me parece interesante destacar que el tratamiento del ensayo estará centrado en desnudar el interior, el objetivo y lo que nos dejo el neoliberalismo (evangelio del mercado) en nuestro país, de su pretensión a partir de la economía de legitimar un sistema político.
En primer lugar elegí el tema, para reflexionar la influencia del modelo neoliberal en nuestro país durante la presidencia del Carlos Menem, como todos sabemos a priori marco un antes y un después en cuanto paradigma político económico y social, hablar de sus medidas que ocurrieron, sus influencias en la sociedad, lo que nos dejaron sus mandamiento y las consecuencias de su obediencia debida en nuestro país.
Mi análisis no escapara del ojo de la Ética, que es el estudio filosófico de la moral, como disciplina filosófica que se ocupa de la corrección e incorrección de nuestros actos (el bien y el mal) para que nos ayude a ver más allá de las conductas morales encubierta y nos brinde herramientas para nuevas alternativas de la misma. Es por ello que opte por reflexionar esta temática siguiendo los lineamientos de Charles Taylor, exponente de una perspectiva hermenéutica encaminado a la crítica social y cultural, en su teoría de la autenticidad indaga las formas del individualismo ético moderno frente al cual realiza un esfuerzo de recuperación de las fuentes sustantiva de valoración de determinadas tradiciones culturales. Asimismo nos incita a reivindicar el lugar de las comunidades en la constitución de la identidad personal y colectiva.
Me pareció propicio contar con el aporte de dos autores que nos hablan de la ética desde lugares diferentes uno de ellos es F Von Hayek, que nos habla de una nueva ética que es la del mercado, del mundo de los negocios y los contratos, la ética de la sociedad civil, que abandona la persecución de fines colectivos a favor de reglas abstractas, de aplicación general, que facilitan la obtención de fines individuales. En contrapartida tenemos a F.J Hinkelamment teólogo y economistas, famoso por su sagacidad y seriedad pondrá en evidencia el carácter ideológico y dominante del marco neoliberal, marcado por su antihumanismo de su ética depredadora que bajo su ropaje de cientificista tantos males a causado en nuestras sociedad latinoamericanas. Es probable que a lo largo del ensayo, elija de mediador para cuestiones estrictas a Baruch Spinoza quien fuera uno de los más grandes exponentes del racionalismo del siglo XVII, pocos filósofos fueron perseguidos en esa época como él, que sufrió toda clase de persecuciones por criticar a la religión oficial, fue el primero en realizar una crítica histórica de la Biblia, negando la posibilidad de que ésta fuera inspirada por Dios; considerando que

domingo, 26 de junio de 2011

una explicacion de la muerte de dios

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NIHILISMO Y LA MUERTE DE DIOS PARA NIETZSCHE
El nihilismo es un advenimiento de unas repetidas frustraciones en la búsqueda de significado o más precisamente «la desvalorización de los valores supremos». Nihilismo en Nietzsche se refiere al proceso histórico que surge en el reconocimiento de un valor sumo y termina en la asunción o reconocimiento de múltiples cosas valorables al volverse inoperante lo que antes se mostraba como lo supremo. El nihilismo acontece en nuestro tiempo como manifestación de la ausencia de una medida única y al mismo tiempo como la proliferación de múltiples medidas, que en cada caso, pueden aparecer como válidas. Nietzsche ve en el despliegue del nihilismo toda fundación de cultura europea, la que surge como destino necesario de este proceso. La visión religiosa del mundo había sufrido ya un gran número de cambios por perspectivas contrarias, cayendo en el escepticismo filosófico, y en las teorías científicas evolucionistas y heliocéntricas modernas, lo que no hace más que confirmar la desvalorización de los valores supremos. A lo ya señalado, hemos de sumar una creciente presencia de lo democrático, la que se muestra como la afirmación de una individualidad independiente de Dios y acreedora de la igualdad, de la medianía. La democracia, aparece a los ojos de Nietzsche como un momento del despliegue del nihilismo igualmente negador de la vida que los que la antecedieron. Ambas manifestaciones del nihilismo se muestran a Nietzsche como negaciones de la vida en la medida en que niegan u olvidan dimensiones de ella que a su vista aparecen como constitutivas de ella, como inalienables a lo que a él se le aparece como vida. Estas dimensiones negadas de la vida se muestran en ámbitos tan determinantes como el constante darse del devenir y las diferencias entre los hombres.
Nietzsche, ve esta condición intelectual como un nuevo reto para la cultura europea, lo que se ha extendido a sí mismo más allá de un pequeño punto de no-retorno. Nietzsche conceptualiza esto con su famosa frase, «Dios ha muerto», que aparece en La gaya ciencia y en Así habló Zaratustra. La frase, por una parte señala el fin de eso que antes aparecía como lo imperante y por otra indica un terreno fértil, un terreno inexplorado, en el cual Nietzsche mismo es un colono. A partir de la frase "Dios ha muerto", Nietzsche se refiere tanto a la ceguera del pasado en tanto incapacidad de ver esto, como a la asunción de una nueva posibilidad de relacionarse con lo que es, posibilidad dada por la asunción de dicha muerte.
Nietzsche trata esta frase más que como una mera declaración provocativa, casi como una revelación, como si representase el potencial de nihilismo que arrastra el alzamiento y el progreso en el contexto de un concepto absurdo y sin significado
cristiandad como institución y Jesús En su libro El Anticristo, Nietzsche escribe sobre cómo la cristiandad se ha convertido en una ideología establecida por instituciones como la Iglesia, y cómo las iglesias han fallado a la hora de representar la vida de jesus.
Nietzsche contrasta a los cristianos con Jesús, a quien admiraba de gran modo. Nietzsche argumenta que Jesús transcendió las influencias morales de su tiempo creando su propio sistema de valores. Jesús representaba un paso hacia el suprahombre. Al final, Nietzsche clama sin embargo: en contraste con el suprahombre, quien abraza la vida, Jesús negaba la realeza en favor de su «Reino de Dios». La negación de Jesús para defenderse a sí mismo, y su muerte, eran consecuencias lógicas de su desajuste de sistema de ideas. Nietzsche entonces analizó la historia de la Cristiandad, descubriendo una distorsión progresiva de modo grotesco de las enseñanzas de Jesús. Él critica a los primeros cristianos por convertir a Jesús en un mártir y la vida de Jesús dentro de la historia de la salvación de la humanidad como motivo para dominar a las masas, encontrando a los apóstoles cobardes, vulgares y resentidos. Argumenta que la sucesivas generaciones malentendieron la vida de Jesús, mientras la influencia de la cristiandad.
El cristianismo lleva hasta el final el desprecio por la vida iniciado por la filosofía platónica y su superación radical es necesaria para la aparición del hombre nuevo, del superhombre. Nietzsche parte del ateísmo: la religión no es una experiencia verdadera pues Dios no existe.
el cristianismo es “platonismo para el pueblo”, comparte el mismo espíritu que anima a Platón, la incapacidad vital para aceptar todas las dimensiones de la existencia y el afán de encontrar un consuelo fuera de este mundo. El cristianismo no añade nada esencialmente nuevo a la filosofía platónica al presentar una escisión en la realidad: por un lado el mundo verdadero, eterno, inmutable, en donde se realiza el Bien, la Verdad y la Belleza, y por otro el mundo aparente, cambiante, abocado a la muerte e imperfecto; el mundo del espíritu frente al mundo de la corporeidad.
el cristianismo fomenta los valores propios de la “moral de esclavos” (humildad,  sometimiento, pobreza, debilidad, mediocridad), y, añade Nietzsche, los valores mezquinos (obediencia, sacrificio, compasión, sentimientos propios del rebaño); es la moral vulgar, la del esclavo, de resentimiento contra lo elevado, noble, singular y sobresaliente; es la destrucción de los valores del mundo antiguo. Con el cristianismo, dice Nietzsche, se presenta también una de las ideas más enfermizas de nuestra cultura, la idea de culpabilidad, de pecado, de la que sólo se puede huir con la afirmación de la “inocencia del devenir” o comprensión de la realidad y de nosotros mismos como no sometidos a legalidad alguna, a ningún orden que venga de fuera, con la reivindicación de la conducta situada “más allá del bien y del mal”.
Nietzsche no valora tan negativamente la figura de Jesús ni del cristianismo primitivo pues considera que el llamado cristianismo debe más a San Pablo que a Jesús. Presenta a Jesús  como un revolucionario, un anarquista contrario a todas las manifestaciones del orden, del poder religioso tradicional, uno de los más destacados defensores de la renuncia a la violencia y a los brillos mundanos de sus contemporáneos; y por esta actitud subversiva fue crucificado.
aunque todas las religiones son falsas, unas son más adecuadas que otras. El politeísmo es falso pero expresa mejor la riqueza de la realidad que el monoteísmo pues  no se ha separado radicalmente de la vida: el mundo de los olímpicos, por ejemplo, refleja la pluralidad y riqueza de la realidad, sus aspectos luminosos, ordenados y positivos y los oscuros, caóticos y negativos; el monoteísmo representa el extravío de los sentidos, el invento de un transmundo, la desvalorización del verdadero mundo y la máxima hostilidad a la naturaleza y a la voluntad de vida. El concepto de Dios  refleja los valores en los que cree una cultura, así el Dios cristiano representa los valores negativos y contrarios a la vida, mientras que el mundo divino propuesto por el politeísmo representa los valores afirmativos, la fidelidad a la Naturaleza. La superación del cristianismo (y la consiguiente “muerte de Dios”) ya iniciada por la Ilustración es fundamental para la transmutación de todos los valores, para la recuperación de los valores de la antigüedad perdidos tras la aparición de esta religión y de la filosofía.
 Cuando Nietzsche predica la muerte de Dios no quiere decir que Dios haya existido y después haya muerto (un absurdo). Esta tesis señala simplemente que la creencia en Dios ha muerto, expresa el fin de toda creencia en entidades absolutas. Veamos los principales aspectos de esta concepción:
    DIOS NO CREA AL HOMBRE SINO EL HOMBRE A DIOS
La creencia en Dios sirve para dar un consuelo a los hombres de la miseria y sufrimiento existente en este mundo; es una consecuencia de la vida decadente e incapaz de aceptar el mundo en su dimensión trágica; la idea de Dios es un refugio para los que no pueden aceptar la vida. Nietzsche considera que estamos ante un acontecimiento actual; estamos en un tiempo histórico clave pues en él observamos la necesidad de su final.
Nietzsche se refiere al dios del cristianismo, pero también a todo aquello que puede sustituirle, porque Dios no es una entidad sino un lugar, una figura posible del pensamiento, representa lo Absoluto. Dios es la metáfora para expresar  la realidad que se presenta como la Verdad y el Bien, como el supuesto ámbito objetivo que puede servir de referente a la existencia por encontrarse más allá de ésta y darle un sentido. Todo aquello que sirve a los hombres para dar un sentido a la vida, pero que sin embargo se pone fuera de la vida, es semejante a Dios: la Naturaleza, el Progreso, la Revolución, la Ciencia, tomadas como realidades absolutas son el análogo a Dios. Cuando Nietzsche declara que Dios ha muerto quiere indicar que los hombres viven desorientados, que ya no sirve el horizonte último en el que siempre se ha vivido, que no existe una luz que nos pueda guiar de modo pleno. Para Nietzsche con dicha “muerte” podemos y debemos vivir sin lo absoluto, en la “inocencia del devenir”. Es la condición para la aparición del superhombre.
Nietzsche no propone el imposible vivir sin valores; propone más bien invertir la tabla de valores: superar la moral occidental, moral de renuncia y resentimiento hacia la vida, mediante una nueva tabla en la que estén situados los valores que supongan un sí radical a la vida. Llama “rebelión de los esclavos” al triunfo del cristianismo y el judaísmo, que sustituyen la moral aristocrática que Nietzsche cree encontrar en el mundo griego antiguo por la moral de los esclavos. Con el cristianismo prospera la moral de los débiles, de los que quieren huir del rigor de la vida inventándose un mundo objetivo y justo. Nietzsche atribuye a los judíos la sustitución del código moral aristócrata  o moral de señores (voluntad de jerarquía, excelencia, amor a lo que eleva, a la diferencia,  moral de la persona que crea valores), por la Moral de esclavos (voluntad de igualdad, resentimiento contra la vida superior, censura la excepción, glorifica lo que hace soportable la vida a los enfermos y débiles de espíritu, la concordia, altruismo, hermandad entre los hombres, se encuentra con los valores dados) La transmutación de los valores es la superación de esta moral de esclavos para recuperar de nuevo la moral aristócrata, y permite el triunfo del código moral del superhombre.
         Por su parte, el superhombre es el hombre nuevo que aparece tras la “muerte de Dios”. Nietzsche lo concibe como el individuo fiel a los valores de la vida, al “sentido de la tierra”. Su caracterización de esta figura humana es ambigua, dando lugar las siguientes tesis a peligrosas interpretaciones, incluida la nazi:  fue contrario tanto al igualitarismo cristiano como al socialista (hay hombres inferiores y hombres superiores; el superhombre pertenece a este segundo grupo); moral de la violencia: llega a atribuir al superhombre rasgos terribles (falta de compasión, desprecio por los débiles, crueldad, gusto por la acción, el combate y la guerra); en muchos textos emplea los calificativos más exagerados para criticar al judaísmo, al cristianismo y reivindicar la ferocidad y empuje de los pueblos germánicos. Sin embargo, en su obra encontramos también elementos muy importantes contrarios a esta interpretación:
   * Manifestó expresamente su hostilidad ante los alemanes y la cultura alemana.
La figura del superhombre no se puede separar de la consideración general nietzscheana relativa al platonismo y la muerte de Dios; implica una concepción filosófica y una teoría de la historia ajena por completo a las ideas nazis. El hombre al que hay que superar es el que se somete a los valores tradicionales, a la “moral del rebaño”, a la moral basada en la creencia de una realidad trascendente que fomenta el desprecio por la vida, la corporeidad y la diferencia entre las personas.
El superhombre sólo es posible cuando se prescinda absolutamente de la creencia en Dios, cuando se realice hasta el final la “muerte de Dios”; el nazismo defiende el culto a la raza y al Estado, predica la superioridad del grupo sobre el individuo, pero es esencial a la filosofía nietzscheana la tesis de que no existe lo universal: Nietzsche no cree en realidades universales, para él no existe la Humanidad, ni la Raza, ni la Nación. La noción de Raza, de Destino de un pueblo, de Estado, de Nación, en las que cree el nazismo son diversas máscaras bajo las que se oculta lo Absoluto.
El Estado es una de las mayores perversiones creadas por el hombre; el Estado representa lo abstracto, su conducta es conducta despersonalizada, trata a los individuos de un modo indiscriminado, y el individuo, cuando se somete a él y se preocupa por él, pierde su individualidad, creatividad y libertad. 
       El superhombre no se puede identificar con una clase social con privilegios que le puedan venir por la tradición o que descansen en su poder social (con la aristocracia, por ejemplo), ni con un grupo definido biológicamente (con una raza); pero lo podemos reconocer a partir de su conducta moral:
Rechaza la moral de esclavos: la humildad, la mansedumbre, la prudencia que esconde cobardía, la castidad, la obediencia a una regla exterior, la paciencia consecuencia del sometimiento a un destino o a un mandato, el servilismo, la mezquindad, el rencor.
2.  Rechaza la conducta gregaria: detesta la moral del rebaño, de los que siguen a la mayoría, de los que siguen normas morales ya establecidas; como consecuencia de su capacidad y determinación para crear valores, no los toma prestados de los que la sociedad le ofrece, por lo que su conducta será distinta a la de los demás.
3. Crea valores: aunque los valores morales son invenciones de los seres humanos no todos los hombres los crean; muchos –la mayoría– se encuentran con los valores ya creados por otros, siguen las modas, los estilos vitales vigentes; el primer rasgo del superhombre es precisamente éste: inventa las normas morales a las que él mismo se somete; y los valores que crea son fieles al mundo de la vida y le permiten expresar adecuadamente su peculiaridad, su propia personalidad y riqueza.
4. Vive en la finitud: no cree en ninguna realidad trascendente, ni en Dios ni en un destino privilegiado para los seres humanos, una raza, una nación, o un grupo; no cree que la vida tenga un sentido, como no sea el que él mismo le ha dado; acepta la vida en su limitación, no se oculta las dimensiones terribles de la existencia (el sufrimiento, la enfermedad, la muerte) es dionisíaco.
5. Le gusta el riesgo, las nuevas y difíciles experiencias, los caminos no frecuentados, el enfrentamiento; no está preocupado ni por el placer ni por el dolor, ni propio ni ajeno, pues pone por encima de ellos el desarrollo de su voluntad y  de su espíritu; es duro consigo mismo y con los demás, es valiente, no huye de ninguna forma de sufrimiento: sabe que de estas experiencias puede salir enriquecido y crecer.
6. Es contrario al igualitarismo: ama la exuberancia de la vida, le gusta desarrollar en él mismo y en los demás aquello que sea lo más propio; no tiene miedo a la diferencia.
7. Ama la intensidad de la vida: la alegría, el entusiasmo, la salud, el amor sexual, la belleza corporal y espiritual; puede ser magnánimo, generoso, como una muestra de la riqueza de su voluntad.
8.  En conclusión: el superhombre es la afirmación enérgica de la vida y el creador y dueño de sí mismo y de su vida, es un espíritu libre.
       En “Así habló Zaratustra” nos cuenta tres transformaciones del espíritu: de cómo el espíritu se transforma en camello, el camello en león y, finalmente, el león en niño. El camello representa el momento de la humanidad que sobreviene con el platonismo y que llega hasta finales de la modernidad; su característica básica es la humildad, el sometimiento, el saber soportar con paciencia las pesadas cargas, la carga de la moral del resentimiento hacia la vida. El león representa al hombre como crítico, como  nihilista activo que destruye los valores establecidos, toda la cultura y estilo vital occidental. Y el niño representa al hombre que sabe de la inocencia del devenir, que inventa valores, que toma la vida como juego, como afirmación, es el sí radical al mundo dionisíaco. Es la metáfora del hombre del futuro, del superhombre.

viernes, 24 de junio de 2011

pensamiento de Alberto Buela- lo anti imperial, la pequeña escala o modelo

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Por Alberto Buela

Nosotros vemos con pena, por parte de los compañeros peronistas que hoy apoyan irrestrictamente al gobierno, el uso abusivo y sin ningún sentido crítico de los términos impuestos por la propaganda política. La monserga peroniana, aquella de las frases hechos y los lugares comunes, ha alcanzado también a los lúcidos.

Así por ejemplo, cuando no se les cae de la boca el “profundizar el modelo” nos agarra un ataque de caspa, que en escritos de compañeros - que nosotros teníamos por inteligentes - aparezca semejante sandez.

Si esto lo dice Aníbal Fernández, el Jaurectche del kirchnerismo, vaya y pase, sabemos de sus valores intelectuales y sabemos que “de la nada, nada sale”. Si lo dice el ministro Randazzo o alguno de los otros insignificantes ministros que tiene el gabinete nacional, sabemos que “nadie puede dar lo que no tiene”. Pero que lo digan y repitan hasta el hartazgo intelectuales del campo nacional que teníamos por serios, esto indica que la decadencia intelectual y espiritual de la Argentina se profundiza.

El término modelo viene del bajo latín del Renacimiento modello que es el diminutivo de latín modus que significa modo, manera, medida y del que se derivan palabras como moderno, módulo, modelar.

Mientras que el término proyecto viene del latín pro= a favor de, delante de. Así cuando se dice pro nobis o pro patria significa a favor de nosotros o a favor de la Patria, y del sustantivo iectus que viene del verbo iacere que significa yacer, estar tirado, lanzar.

Así modelo etimológicamente significa pequeña medida o una manera limitada de actuar y proyecto aquello que está lanzado adelante o que yace delante de uno.

Con qué poco cuánto se aclara.

Ahora yendo al grano, la idea de modelo es una idea moderna, que nace y forma parte de la racionalidad liberal que se instaló en Occidente desde hace trescientos años, aquella que lo ha llevado al abismo de la desmesura.

Así el surgimiento del imperialismo internacional del dinero y el comercio: inglés, francés y holandés de los siglos XVII y XVIII con el sometimiento y explotación de todos los pueblos que han tocado, la colonización anglo-norteamericana del África y América en el siglo XIX (con creces superiores todos sus desmanes, a los realizados por los españoles en 300 años), los zafarranchos del siglo XX con sus dos guerras mundiales, sus genocidios inauditos, los 100 millones de muertos del comunismo y los miles de millones muertos por hambre gracias al capitalismo salvaje son todos productos de la idea de “modelo”.

Porque modelo no es otra cosa que hacer al hombre a la medida de un módulo, de una manera determinada, con una medida establecida y eso es lo que no se puede hacer y cuando se lo quiso hacer salió lo que salió que acabamos de relatar.

Opuesto a esta idea es la de proyecto que viene decirnos que debemos desarrollar un conjunto de actividades coordinadas para el logro de un objetivo en común. Es algo que está tirado por nosotros adelante y que debemos alcanzar. Es aquello que le da sentido a nuestra actividad de conjunto en una sociedad.

En las sociedades de masas, en las sociedades complejas, plurales y variadas en las que tenemos que vivir hoy día, la única posibilidad de realizar una vida social, política, económica y cultural común es a través de la idea de proyecto, cuando este es un Proyecto nacional.

Es que así como en metafísica decimos que el ente es lo que es y el ser, aquello que hace ser al ente. Es lo que pone en acto al ente y le da su sentido, porque el ente para existir debe participar del ser (la famosa idea de participación tan cara a Platón y a los filósofos cristianos), en el politología a la multiplicidad y variedad de partes de la sociedades complejas el proyecto de nación es el que le pone unidad, porque el viene a ser como “el ser de la Nación”, pues una nación no existe sin un proyecto de nación.

El pensamiento progresista o de carácter socialdemócrata para acotarlo, no habla ni se permite hablar de “proyecto” por dos motivos: Primero porque queda limitado a la idea de modelo y no tiene acceso a la idea de participación y entonces piensa la sociedad como multicultural en un pluralismo radical. No concibe el pluralismo participativo que permite la unidad en la diversidad y la pluralidad en la unidad.

En este genuino y auténtico pluralismo participativo el hombre no “forma parte ” de un modelo sino que el hombre “es parte” de un proyecto.

Y en segundo lugar porque el progresismo de toda latitud, se piensa a sí mismo siempre adelante, no hay nada delante de él, no existe nada más de avanzada que él mismo, no hay nadie que pueda estar arriba de la cresta de la ola que él, reivindicación que no haya alcanzado. Tiene, entonces, una incapacidad estructural para concebir la idea de proyecto.

martes, 7 de junio de 2011

titanico y burgues

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El  post Apocalipsis hace un reconocimiento de la temeridad ideológica de la sociedad burguesa  en su sentido de ciudad prostituida, exageradamente compuesta de ostentaciones que presiente la irremediable destrucción de sí pero igualmente ve algo posterior y mejor. En este hilo de ideas una nave como el Titanic no repara en la posibilidad de un iceberg, a partir de su sensación de nave inmortal, siendo lo consecuente un episodio pos-apocalíptico  en la mas absoluta decadencia: un romance en el mar helado en el que un joven pobre da su vida por Rose, su enamorada, más débil, más rica, pero más bondadosa que el hombre pobre que ama a la rica -por amar a un hombre pobre-. Allí se suscita una clara muestra del espíritu flotante, cuando Jack (Di Caprio) queda asegurado a una tabla, muriendo su cuerpo, aunque permaneciendo su espíritu. La joven amada se salva y cuenta la historia que luego será una novela romántica mediática, con lo que el Titanic ha cumplido su objetivo ideológico burgués. Para eso ha vivido  esa mujer, después del Apocalipsis, para que todos recordemos el alma de su amante, mutando en la red.

La sociedad post apocalíptica, en su costado ya no decadente sino desencantado, reconoce toda esa esteticidad, esta sobriedad y felicidad sin culpa, como una forma de aprovechamiento de la sobreabundancia de caos y web frente al orden estático. La sentencia de Heráclito suena a certeza, puesto que resulta comprensible que nadie se bañe más de una vez en el mismo río (Kirk, G. S. & Raven, J. E. & Schofield, M. 2008). Pues no hay río, ni nadie es el mismo, ni sabemos lo que será bañarse. Se desarrolla el concepto a partir de  Derrida), de lo híbrido que no interpreta el hibridismo como una simple síntesis o fusión de dos culturas, sino como un “tercer espacio” en el cual las  culturas simultáneamente se constituyen y son deconstruidas.  Como consecuencia, una cultura nunca es pura, original, unificada, sino siempre impura, infectada de hibridismo (Homi Bhabha, 1994).  La reconciliación no es posible, yace en suspenso según la postura de la dialéctica en suspenso. Con el pasaje del tiempo no habrá contradicción.

domingo, 5 de junio de 2011

sueños, yo tengo- uno

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La identidad del sueño suele ser de las mas felices. Por ejemplo, desde siempre se nos intentó decir que el sueño es parecido a la muerte, hermana de la muerte decia Homero. Cuando martin luther dijo  yo tengo un sueño, en ese discurso fascinante, pudo saberse que el sueño le costaría la muerte a él y a otros miles, por creer en el sueño.
Zeus, inquieto por la promesa que le había hecho a Tetis, aconseja por medio de un sueño a Agamenón que arme a sus tropas para atacar Troya.  Agamenón, para probar a su ejército, propone a los aqueos regresar a sus hogares, pero la propuesta es rechazada. aquiles será en algun momento el reemplazo de Agamenón cuando su sueño, el bello Patroclo, es muerto en patota por Héctor y Apolo.
no obstante, en la película Insomnio es Vital el sueño como necesidad. la  cansadora y vital falta de sueño, le hace cometer un error . Will Dormer (Al Pacino) confundiendo a su compañero con un asesino que escapa, dispara y mata a su compañero, en el resplandor de los dias luminosos como profundos. Claros y enceguecedores días de Alaska. Dormer mata  a su compañero por equivocación. Pero el compañero era un traidor que lo había delatado en asuntos internos.

jueves, 2 de junio de 2011

muñeca licia

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Licia Musacchio nació en Comodoro Rivadavia en 1982.
Desde pequeña, y gracias a su abuelo, se involucra con la fotografía y el laboratorio en blanco y negro.
Realizó sus estudios fotográficos en La Plata y trabajó como asistente de Laboratorio Blanco y Negro y como ayudante en la materia Visión en Blanco y Negro.
Confeccionó y dictó un seminario titulado Estética de la Fotografía.
Participó en muestras colectivas y personales y formó parte del jurado de concursos fotográficos.
Actualmente desarrolla sus estudios en filosofía en la Universidad Nacional de La Plata.
Le gustan los perros, andar en bici, el mar y escuchar música.

Una muñeca rusa; un cuerpo dentro de otro, un mundo dentro de otro mundo, un ir hasta el fondo y no terminar: de encontrar, de ver, el detalle, la realidad, las realidades. Universos ficcionados donde cinco mujeres detienen un espacio, un paralelismo que forma el nexo con lo vívido, lo palpable.

Muñecas entreabriendo puertas, descubriendo el velo de lo sutil entre el instante íntimo en que el dedo pulsa y la cámara responde ante el espectáculo del tiempo.

Una muñeca rusa se forma a principios de 2009.
Inicialmente sus integrantes son Belén Gaetano, Daniela Neila, Florencia Del Gesso, Licia Musacchio y Muriel Lamarque. Éstas realizan y exponen los proyectos: 'Versiones', 'Rouge' y 'Esa belleza sin nombre'.
Para principios de 2011, Belén Gaetano decide abandonar el grupo, el cual tras previa reformulación de ciertos tips, genera un nuevo trabajo denominado 'Proyecto canción'.

Curadoras de sus propias exposiciones, plantean el grupo como un espacio de retroalimentación donde cada una logre expandir su propio universo humano, teórico y práctico; proponiéndose, en cuanto al público externo, que las obras itineren dentro de la ciudad de La Plata así como por el interior del país.



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Ideas y pensamientos

  • aaah: que esto se convierta en red, sin propietarios. Por eso amigos de Google, MSN, Facebook, estamos a un paso del sueño de Marx. Solo falta que renuncien a la propiedad del aire.
  • ah la petulancia de Nietzsche, abusando de su enfermedad para ser inmune
  • AH. LA PETULANCIA DE SOCRATES CUANDO DIJO "SOLO SE QUE NO SE NADA".:LO CORRECTO ES EL ENUNCIADO "EL QUE NO SABE NO LO SABE". SOCRATES ANTICIPÓ A DESCARTES COMETIENDO EL MISMO ERROR, LA MISMA MODESTIA INTELECTUAL, QUE LUEGO DIJO "NO DUDO QUE DUDO". PUEDO DECIR "SOLO DIGO QUE NO HABLO". POR ESO ESTAS JUGADAS DEL LENGUAJE SON MUY LEJANAS Y CONFUNDEN. SOCRATES SABIA Y NO ERA UN SABIO. NO SE PUEDE ESTAR TAN SEGURO DE QUE NO SE SABE, DE QUE SE DUDA, DE QUE SE EMPLEA EL LENGUAJE.
  • basta de mirar las ilusiones
  • cuando mas se persigue algo mas se depende
  • LA TRAGEDIA INVOLUCRA AL AUTOR
  • LA VERDAD NO ES UNA PERO DEBE SER ALGO
  • solo se ama a los hijos como se debe amar a una mujer
  • un sueño suele costar la vida

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