lunes, 1 de junio de 2009

un antropologo en un acto de cristina k

h-a

ella sabe que la desean. ya no es evita, hermana y madre. es una mujer de la comunidad del goce. algo que Butler ha explicado muy bien.

el sujeto no es nunca coherente y nunca idéntico a sí mismo, precisamente porque se ha fundado -y en realidad se refunda continuamente- mediante una serie de forclusiones y represiones (3) definitorias que constituyen un sujeto discontinuo e incompleto. aunque ella se enfunda para refundarse. su charme idiolectico la inclina a dejar los puestos de madre y hermana.

Además, la producción de lo no simbolizable, de lo indecible, lo ilegible, es siempre una estrategia de abyección social, anal de Cristina. su cadera es para todos los hombres. ¿Es siquiera posible distinguir entre las reglas socialmente contingentes de formación del sujeto abyecto, entendidas como producciones reguladoras del sujeto a través de la exclusión y la forclusión y un conjunto de "leyes" y "estructuras" que constituyen los mecanismos invariables de forclusión a través de los cuales cualquier sujeto llega a ser tal? En la medida en que la ley o el mecanismo regulador de exclusión que opera en este último caso se conciba como ahistórico y universalista, esta ley queda exenta de las rearticulaciones discursivas y sociales que genera. Yo diría que esta exención tiene importantes consecuencias, en la medida en que se entienda que esta ley es lo que produce y normaliza las posiciones sexuales en su inteligibilidad.
Y en el cruce de los Estudios de género y el feminismo, nos encontramos con una de sus representantes, Judith Butler, y su controvertido libro Gender Trouble, traducido al castellano como El género en disputa. Mi interés por tomar a esta autora reside en el hecho de que su obra cuestiona precisamente la categoría de género, en el sentido de ser concebida como una construcción social que se agrega a la identidad sexual, postulando en sus lugar una "teoría performativa del género" que implica sostener que los individuos adquieren su género por lo que hacen (por su actuación). Esto la lleva entonces a elaborar una teoría del sujeto que se sostiene en una irreductible subversión de la identidad.

Además, debo agregar que existe una razón, quizás más circunstancial, que motiva este interés: se trata de la reciente publicación en castellano del libro mencionado en abril del 2001, es decir, 10 años después de su primera edición en inglés, gracias al trabajo de la Universidad Autónoma de México y del Programa Universitario de Estudios de Género. [3]

Para quienes no la conocen, Judith Butler es Doctora en Filosofía, especialista en Hegel, Maestra de Retórica y Literatura Comparada en la Universidad de Berkley (California), y autora de Bodies that Matter (1993) y Excitable Speech (1997). Pero hay algo más que sus datos curriculares. Butler es considerada una de las voces actuales del feminismo norteamericano [4] y una de las precursoras de lo que se conoce como Estudios Queer o Estrafalarios (Estudios de gays y lesbianas). El concepto queer surge en los años 90 y comprende todas aquellas formas opuestas a la normativa sexual dominante, rebeldes en relación a la corrección política y hasta para con el discurso oficial de los movimientos de los derechos civiles de gays y lesbianas. Como ella misma lo dice en el Prefacio escrito para la nueva edición de su libro : "Nunca imaginé que el texto iba a tener tantos lectores como ha tenido; tampoco sabía que iba a constituir una intervención provocadora en la teoría feminista, ni que sería citado como uno de los textos fundadores de la teoría queer" . [5]

Pero hay un detalle que se refiere a su escritura, la escritura de los labios en la pronunciacion, que merece ser tenido en cuenta: la presencia de una marca autobiográfica. Cristina está abierta. Butler pone en primer plano el cuestionamiento que está en la base de su teoría: la identidad. Dice al respecto : "al escribir o hablar como una guarra, se revela la paradójica apariencia de este 'yo', que no parece ni verdadero ni falso. Pues es una producción, generalmente en respuesta a una demanda, para hacerse visible o escribir en nombre de una identidad que, una vez producida, funciona a menudo como un fantasma políticamente eficaz. se siente a gusto sin la fuerza de su discurso elocuente. pero desde esa carnosa mirada, deja de recoger significados. busca significar su signo ausente

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Ideas y pensamientos

  • aaah: que esto se convierta en red, sin propietarios. Por eso amigos de Google, MSN, Facebook, estamos a un paso del sueño de Marx. Solo falta que renuncien a la propiedad del aire.
  • ah la petulancia de Nietzsche, abusando de su enfermedad para ser inmune
  • AH. LA PETULANCIA DE SOCRATES CUANDO DIJO "SOLO SE QUE NO SE NADA".:LO CORRECTO ES EL ENUNCIADO "EL QUE NO SABE NO LO SABE". SOCRATES ANTICIPÓ A DESCARTES COMETIENDO EL MISMO ERROR, LA MISMA MODESTIA INTELECTUAL, QUE LUEGO DIJO "NO DUDO QUE DUDO". PUEDO DECIR "SOLO DIGO QUE NO HABLO". POR ESO ESTAS JUGADAS DEL LENGUAJE SON MUY LEJANAS Y CONFUNDEN. SOCRATES SABIA Y NO ERA UN SABIO. NO SE PUEDE ESTAR TAN SEGURO DE QUE NO SE SABE, DE QUE SE DUDA, DE QUE SE EMPLEA EL LENGUAJE.
  • basta de mirar las ilusiones
  • cuando mas se persigue algo mas se depende
  • LA TRAGEDIA INVOLUCRA AL AUTOR
  • LA VERDAD NO ES UNA PERO DEBE SER ALGO
  • solo se ama a los hijos como se debe amar a una mujer
  • un sueño suele costar la vida

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