goles entre secretos de ojos

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Gómez fue descubierto en el estadio Tomás Ducó. El 23 de abril de 1939 la Comisión Directiva del Globo decidió adquirir un predio situado en la Av. Alcorta y Luna que hasta ese momento alquilaban. Ducó era militar, fundador de Grupo de Oficiales Unidos (GOU) y uno de los organizadores del golpe de estado del 4 de junio de 1943 que dio origen a la Revolución del 43. El estadio temblaba con la marcha peronista al canto de la academia, la academia. Hubo un gol de Racing y Gómez escapo como inspirado por el gol, a pesar de los nueve años que llevaba sin ganar un metropolitano. Iba raudo llevaba la corrida del festejo en su alma. Se torció el pie y cayo al césped, producto de esguince. Pero hubiera cometido un gol. Su euforia era evidente. Necesitaba de algo que lo calmara. Lamentablemente descargo la depravación con su amiga de la infancia. Tal vez una simpatizante de independiente. Campanella ya había relacionado el club de los amores al amor sin freno en Luna de Avellaneda. Luna de Avellaneda redime de esas ruinas a esa clase media desolada que "tiene cada vez menos y necesita cada vez menos". Hay pequeñas comunidades que lo único que tienen es el club de la esquina, la escusa del juego y el encuentro. Comunidades formadas por maestras de escuela, remiseros, desocupados, sosegados por la retro excavadora del mundo.