h-a
de-modernismo
Con
posterioridad a la autoconciencia de la modernidad que acontece en el
sentido de estetización de la existencia a través del tiempo lo
que se vuelve antiguo cobra valor artístico frente a lo tecnológico que lo
pierde.
Lo que nos remite a cualquier lugar en cualquier
tiempo de modo desalineado constituye la obra de arte. Nietzsche entiende que
el conocimiento deriva en una comedia donde conocer resuelve grácilmente las
dificultades. Entonces nos preguntamos cómo Edipo no entiende lo que está a la
vista, al momento en que le anticipan los adivinos cual será su destino. Pero
uno puede responderse que justamente ir contra el destino consiste en la acción
deseante de no valorar el conocimiento, en cuanto raíz del espíritu trágico.
La alegría de ir hacia el destino no es ni más ni
menos que ponerlo en valor pero no mostrarse de acuerdo con la sabiduría como
acceso a la verdad: el
discurso se configura como si toda satisfacción o viaje de placer o dolor en cuanto
goce, generara una culpa a purgar. Pero lo que se quiere con esto consiste en
provocar una moral de rebaño. De ovejas mansas y pacíficas viajando y pastando,
falsamente tranquilas. Para esto se transita en un viaje nihilista, una ruta
retrospectiva sobre los vestigios a través del desierto del pasado, y así
aprenderás seguramente a conocer qué dirección no puede ni seguir la humanidad
futura. La posmodernidad consiste en la empresa de un viaje hacia los dolorosos
caminos de las ovejas, los esclavos, los oprimidos obedientes.