h-a
richard Rorty , filosofo estadounidense posmoderno y neopragmatista, desde un comienzo advierte las dos formas de filosofia posibles. Una que busca algo más allá de la vinculacion humana. otra que busca mejorar la vinculacion humana, expandiendola, a traves de la conversación, aunque esta no sea para buscar una correspondencia, un conocimiento, una objetividad
es imposible dejar de pensar que la comunicación y la imperfecta democracia interesan a rorty como fenomeno politico desde la filosofia, aunque admite que algunas veces cambian los lenguajes, como si aparecieran nuevas formas de argumentar que desconociamos. al principio creemos que estas nuevas formas de argumentar nos conduciran a la conquista de la realidad, pero solo se trata de la impresion inicial.
en algun momento rorty se introduce en la dicotomia entre lo sublime y lo bello. por supuesto que lo bello le parece más democrático y menos poético o menos mistico. sin embargo rescata el valor de la metafora para renovar nuestro interes por lo comunitario y lo real
rorty se pregunta a sí mismo si
los encuentros libres y abiertos, y el tipo de comunidad -científica- que permite y
estimula estos encuentros, van en pos de la verdad y la bondad, o
«la búsqueda de la verdad y la bondad» es simplemente la búsqueda
de ese tipo de comunidad. El tipo de comunidad ilustrado por
los grupos de investigadores científicos y por las instituciones políticas
democráticas, ¿es un medio para un fin, o es la formación de
estas comunidades el único fin que necesitamos?
CIENCIA COMO SOLIDARIDAD 67
la respuesta filosofica se acerca a la segunda opcion. necesitamos comunidades que acuerden de modo difuso, sin obligaciones de ningun tipo. la comunidad cientifica, muy especialmente la comunidad de cientificos naturales, que, a pesar de la dureza de sus metodologias y sus rígidos procedimientos de observación, trata de lograr acuerdos a pesar de los diferentes intereses en pugna que rodean sus busquedas cientificas.
por esta razón el cientifico social debe enfrentarse a algo más dificil, que es el de realizar juicios de valor, muchas veces provenientes de preludios filosóficos, como el capitalismo, el bien, el mal, el pecado, la perversión. Si toma partido por hacer descripción sin valorar se convierte en cientifico cuasi natural, pero si prefiere estudiar fines, estilos y valores las coincidencias a las que hay que llegar son de tipo filosoficas y politicas. Esto hace la tarea social mucho más complicada.
Ellos exigen proposiciones
hipotéticas cuya conclusión se ha formulada en términos susceptibles de figurar
en recomendaciones que tienen como resorte la presión moral. En presencia de
previsiones formuladas en la jerga estéril de las ciencias sociales
"cuantificadas": ("maximizar la satisfacción",
"acrecentar el conflicto", etc.),
ciencia sin metodo
para Rorty se trata de una falsa dicotomia.La "explicación" es una manera de comprender a la cual se intenta acceder cuando se desea anticipar, vigilar prever o controlar y obtener seguridad.
hay temas en los que interesa controlar. pero hay temas en los que no interesa y que podriamos mejor, comprender las razones de los fines de las actividades de dos pescadores que se reunen a la mañana, antes de trabajar para tirar sus líneas y mirar el mar.
Esto ultimo se acerca a lo sublime, lo cual no puede medirse ni controlarse, pero es bueno que nos entreguemos a pensar en la amistad, porque poco sirve controlarlos. no estamos frente a una relacion sino a un encuentro pleno y absoluto cuya dimension no es medible, porque no nos proponemos eso.Lo absoluto es impresentable, sin presencia. El diferendo no implica la
incomprensión de una parte con respecto a la otra. Exige, en cambio,
comprensión del idioma del otro. "Aunque no se puede satisfacer esta
demanda con los medios de su propio idioma". (: Lyotard187)
"El bien (moral)
intelectual, en sí mismo final, considerado estéticamente, no debe ser representado
como bello sino como sublime". (: 192) Lyotard desarrolla el tema kantiano
de lo bello como símbolo del bien. Parece haber una mera disyunción entre la
ética y la estética. Se trata de dos facultades del espíritu que son
heterogéneas